miércoles, 11 de marzo de 2009

LA TEATRALIDAD DE SIEVEKING ENMARCADO EN EL REALISMO COSTUMBRISTA DE “LA REMOLIENDA” Y “TRES TRISTES TIGRES”


“…Hay un estilo americano mas cerca de lo mágico que de lo racional, así como hay un estilo europeo mas lógico que mágico.” LUIS ALBERTO SANCHEZ


A partir de la creación de los teatros universitarios en la década del 40, la dramaturgia chilena en primera mitad del siglo xx, durante el gobierno del Frente Popular, progresó un importante movimiento teatral en Chile. Su proyecto cultural inicial apuntaba a la modernización de la actividad teatral, según los cánones estéticos imperantes en el mundo desarrollado, sobre todo en Europa, aspirando a un mayor dominio de las nuevas técnicas expresivas. Se tenía aguda conciencia de la cualidad especial que poseía esta disciplina para interpretar, valorar y orientar respecto a la realidad del hombre en sociedad, y la formación moral y estética que este debía tener en pro de desarrollar un mayor reflexión del hombre para con su entorno.
Es durante esta vorágine de desarrollo de una institucionalidad teatral, que se gesta con la fundación de el Teatro Experimental de la Universidad de Chile en 1941 y en 1943 el Teatro de Ensayo de la Universidad Católica, fortalecido por un trabajo colectivo en la producción teatral, un ostensible mejoramiento gradual de las técnicas de actuación (tomando como referencia corrientes extranjeras como Stanislavsky y Brecht), permite que nazcan un grupo de dramaturgos conscientes de su importante papel protagónico en la renovación de la escena nacional “ los cuales responden a inquietudes parecidas y guardan similares posiciones respecto de lo que debe ser el teatro, su valor y su función en una comunidad” (Juan Andrés Piña, Pág. 174,”100 años de Cultura Chilena,1905-2005”)
Es así que en torno a este proceso, germina un trabajo dramaturgico denominado generación del 50 o generación de dramaturgos de los teatros universitarios, los que comienzan a dar frutos durante los periodos del 60 y 70 respectivamente, destacándose autores como Jorge Díaz, Egon Wollf, Sergio Vodanovic, Isidora Aguirre, Luís Alberto Heiremans, Alejandro Sieveking, entre otros.
Considerando la valoración y la función del teatro en la construcción de los imaginarios colectivos de una comunidad, la poética teatral de Sieveking deambula entre el realismo critico y el realismo folklórico; el primero de cierta forma viene a ratificar la correspondencia en su referencia extranjera de carácter formativo(Brecht específicamente) que adoptan las escuelas teatrales universitarias en la cual este desarrolla su espíritu critico, entramado también con las convulsiones políticas que se desarrollan entre el 60 y 70, lo que de alguna forma patenta una necesidad de Sieveking por retratar un testimonio actual, manifestando un interés en lo estrictamente social y político que como tres tristes tigres “ es un buen ejemplo que recalca temáticas relacionadas con esta visión de una sociedad, muchas veces, enferma.” (Eduardo Guerrero del Río, Pág. 11, “La Remolienda y otras obras de Teatro”). El segundo, el realismo folklórico, trae consigo la necesidad de Sieveking por la reivindicación identitaria; su afán es patentar raíces plenamente chilenas donde lo popular, lo costumbrista, lo mitológico, pasan a constituir elementos significantes que se destacan en La Remolienda, específicamente su poesía popular y picaresco dialogo cargado de impronta campesina, sus salidas, sus expresiones; pero sobre todo, transmitir de forma prístina, belleza y verdad.
















BIBLIOGRAFIA

- Alejandro Sieveking, “La Remolienda y otras obras de teatro”, Editorial Universitaria, séptima edición Octubre de 2003, Santiago, Chile.

- Juan Andrés Piña, “100 Años de Cultura Chilena 1905-2005”, Ensayo “Fundación, renovación y compromiso en la escena nacional”, Editorial Zig-Zag, primera edición Abril de 2006, Santiago, Chile.

- Luís Alberto Sánchez, “Nueva Historia de la Literatura Americana”, Ediciones Universitarias de Valparaíso, sexta edición 1982, Valparaíso, Chile.

- www.memoriachilena.cl