miércoles, 22 de octubre de 2008

ELENA GARRO: UNA CONTESTATARIA ATEMPORAL


El devenir histórico, social y político siempre determinan los procesos y los imaginarios colectivos de los pueblos y mas aun en esta ebulliente Sudamérica y Elena Garro se enmarca dentro de esas personalidades que no resultan indiferente a nadie, tanto por su compromiso social y político con el pueblo de México (lo que costaría su exilio a Estados Unidos y España luego de la revuelta y tragedia estudiantil de Tlatelolco en la UNAM 1968) , así como también por su impronta creativa que deambula entre su labor de dramaturgo en la explora diferentes universos simbólicos, así como sus novelas, entrevistas y cuentos.
Elena Garro nace en Puebla en 1916 y la edad de 18 años ingresa a la UNAM a realizar estudios de Literatura y Teatro, que para ese entonces resultaba un deshonor que una mujer bien educada frecuentara esos sitios donde la convulsión social y política resultaba intimidante.
Pero mas allá de ciertos perjuicios, Elena durante ese periodo se involucra sentimentalmente con quien seria su único esposo en su vida y quien seria la piedra angular de su prolífica carrera como de sus tormentos; el escritor Octavio Paz con quien se casa en secreto generando un total revuelo en el seno de su familia fervientemente conservadora y parte a España a participar del congreso internacional de escritores antifascistas.
La relación de Paz y Garro no estuvo exenta de bullicio en el ámbito intelectual mexicano que la misma Garro declara que: “nuestra historia fue una historia de amor y envidia” lo que devela su ímpetu de vida en constante contradicción, lucha y reivindicación tanto con Paz, como las elites esnobs de los círculos intelectuales a quienes desnudo con sus incendiarias y provocadoras declaraciones, manifestaciones y publicaciones tanto a nivel político, dramaturgico y literario.
A pesar que el devenir no le resulto del todo favorable durante su agitada y convulsionada vida, el tiempo se ha encargado de que ocupe un lugar destacado en la literatura hispanoamericana que hasta el mismo Borges la considero dentro de los grandes de la literatura fantástica y se aventura a que marca el inicio de realismo mágico antes que García Márquez y Juan Rulfo.
Elena Garro, entonces, se inscribe dentro de la línea de las mujeres inquisidoras, desasosegadas, fuertes, que en el drama de su universo cotidiano germina su creación con la cual se reivindica ante el menosprecio y al asesinato “intelectual” al que fue sometida.
Elena Garro muere el 22 de Agosto de 1998, sin la presencia de sus amigos los intelectuales, a 30 años de la revuelta estudiantil, con una comunidad mexicana dividida por sus declaraciones en los días más tristes del pueblo mexicano y con una obra que la instala entre los más grandes escritores de habla hispana.